miércoles, 28 de abril de 2021

Poesía de Livio Ramírez Lozano

 


Livio Ramírez Lozano nació en Olanchito, Yoro, en el año 1943. Es ensayista, antólogo, orador, investigador, catedrático, pintor y uno de los más grandes poetas que tiene Honduras; descollando en el ámbito nacional e internacional desde el inició de su actividad artística y cuyo renombre ha dado mayor orgullo al país.

 Además de su papel fundacional en la poesía nacional, en su proceso de renovación estética hacia la vanguardia, su labor cultural ha sido primordial para el desarrollo de las letras y el enriquecimiento de nuestro patrimonio cultural. 

Su poesía vanguardista destaca por un lenguaje sumamente refinado, el uso peculiar de la puntuación, la síntesis del discurso, las imágenes de belleza deslumbrante y una violencia verbal con que transmite elocuentemente la conmoción. A todo esto hay que agregar la vigencia histórica de su poesía.

Los que conocen a Livio Ramírez, saben que es un gran lector y los grandes autores son su influencia, como César Vallejo, Pablo Neruda, Ezra Pound, Jorge Luis Borges, T.S. Eliot, Walt Whitman, Albert Camus, Arthur Rimbaud, Jean Paul Sartre, León Felipe, entre otros. 

Según palabras del mismo poeta, los escritores de México que lo influenciaron, son: su maestro Juan Bañuelos, Efraín Huerta, Octavio Paz, Juan Rulfo, Rubén Bonifaz Nuño, Óscar Oliva, José Gorostiza, Carlos Pellizer y Jaime Labastida. 

De Juan Rulfo desmintió el mito de que no hablaba, que era un hombre introvertido; el mismo Livio Ramírez cuenta que llegó al lugar donde vivía el famoso escritor de Pedro Páramo, El Llano en Llamas y El Gallo de Oro; comentó que fue bien recibido por él y conversaba creado el ambiente de confianza.

Actualmente, Livio Ramírez trabaja en una nueva antología poética titulada Inyama, de la cual se prepara un documental que pronto se publicará en Estados Unidos integrada. Uno de los varios poemarios inéditos que incluye esta obra lleva el título de Amorosia, poesía amorosa, basada en la estética del haikú y que guarda una fuerte conexión con Descendientes del fuego, al que da continuidad. 

Además, ha trabajado con el taller de poesía de la Universidad Regional del Aguán, cuyo primer fruto ha sido la publicación del libro Cabeza de sol, una antología poética de los nuevos poetas que en él se han formado. 

Entre otras obras publicadas se encuentra De pinos y otros árboles del reino (antología de poesía hondureña que ahonda en la identidad nacional y la naturaleza) y Jacobo Cárcamo, Corpus Poético (selección de poemas con ilustraciones de Livio Ramírez).

 

Borrador para una conversación sobre T. S. Eliot

 

La niebla era más bien humana,

el invierno

era más de la gente que del tiempo,

aquella vez que encontré a Eliot

hablando solo

entre la multitud sin cuerpo.

 

No iba impecablemente vestido,

no parecía tan saludable

como aseguraban mis informantes.

Más bien

descubrí que tenía

una palidez violentísima

en la enorme mirada

algo muy semejante a un animal herido.

 

En realidad hablaba extrañamente

y así

solo,

parecía un tigre

paseando su desolación

sobre los enigmas del invierno.

 

En Londres

se tiene la costumbre cruel

de no hablar con los desconocidos

pero Eliot era diferente.

 

Algunas veces

le vi en los parques

descifrando el otoño,

curiosamente no estaba Ezra ni Dante,

sino algunos ancianos,

excombatientes de guerra,

inválidos en sus sillas de ruedas;

matrimonios cubiertos de un tiernísimo musgo

viendo caer las hojas en silencio.

 

Los viejos  ̶  me dijo ̶

alimentan a las palomas con su muerte.

Naturalmente esto no es invisible,

por eso vienen a los parques;

además tienen otras razones de tinieblas

 ̶  y continuó su oficio de fantasma.

 

Durante varias semanas

dejé de verle.

Yo buscaba mi rostro

Desesperadamente

a través de lecturas,

cacerías atroces

conversaciones interminables y borracheras.

Entonces nadie supo darme su dirección exacta.

Y probablemente

él tampoco hubiera podido hacerlo.

 

La última vez que le vi

hablaba

de mujeres

que iba y venían por las habitaciones

hablando de Miguel Ángel

decía que Prufrock y él

eran la misma persona.

 

Finalmente,

comprendí que deseaba estar solo.

Y le dejé

frente a sí mismo,

herido y hechizado

al pie de su pregunta:

¿Dónde está el verano

el inimaginable verano cero?

 

 

Generación

 

I.

 

Nuestra segunda sangre

Ha sido la escritura.

En términos humanos

Ella es el universo.

 

II.

 

La poesía es veloz arquitectura.

Arquitectura en vuelo

Y reposada.

Arquitectura que al crecer se abisma.

 

III.

(Fragmento)

 

Un amor por el mundo nos entorbellina.

Teníamos fieras y ángeles suplicantes en la mirada.

Amábamos no una: varias Piedras de Sol

Queríamos romper el castellano,

Para hacerlo de nuevo

La poesía era el arco para lanzar el sol.

 

                                                                       M. D. F.

 

 

Pintura Acrílica

 

Grita la luz, relinchan los colores

Y a punto de estallar esas figuras.

Lo que miras ya es parte de tus ojos.

 

 

Petición

 

Poesía:

Sea conmigo siempre tu brújula salvaje.

No me niegues tus ojos de muchacha perpetua

y  por ningún motivo

no abandones el sitio.

No acabes esta guerra.

 

 

Con Vallejo

A José Luis Quesada

In memoriam

 

Qué pequeñez en traje de grandeza.

Qué día del cual tienes ya el recuerdo.

Qué testimonio de los huesos húmeros.

Qué jueves en las redes de la muerte.

 

En un soneto cabe el universo

del sufrimiento humano y se escuchaban

los palos que te daban sin haber hecho nada.

¿Cuántos siglos duró aquel aguacero?

 

No creo que hayas muerto, aunque esté viendo

una fotografía y otras evidencias

y en Montparnasse haya una tumba

 

con epitafio de Georgette. No creo.

No sé de qué manera España apartó el Cáliz

y seguiste escribiendo con tinta de universo.

 

 

Ciudad Natal

 

Ahora tienes seis años:

Tu palabra es de nube

Tu palabra es de hierba

tocas el sol,

lo agitas

y todo es transparencia.

Vives en la poesía sin saberlo.

 

 

Estatua de Molina

 

¿Por qué este bronce

a veces tiembla

o sangra?

¿Por qué sus ojos

amanecen fijos

sobre un furioso mar que ya no existe?

 

 

J. R. Molina

(1875-1906)

 

Molina:

Escribir entre las patas de los caballos

que lanzan contra vos.

Escribir sobre los despreciables

papeles de cobranza.

Escribir cuando el horror corroe

las puertas de tu casa.

Escribir

cuando “eso no vale nada”,

“no sirve para nada”,

como dicen tus, nuestros enemigos.

Escribir

y no soltar la mano

ni la pluma clavada

en el centro del odio.

 

 

Primavera en mi país

A Jeanette Kawas:

Ambientalista,

Mártir.

In memoriam

 

No importa lo que pase

Los árboles florecerán

En medio del ultraje

 

 

Oración

A Monseñor Óscar Arnulfo Romero.

In memoriam

 

Señor:

Sigue creciendo la Torre de Babel.

Los días están manchados de infamia

Y son millones los crucificados

Señor:

Qué anti-evangelio.

Cómo niegan tu amor se reparte

Segundo tras segundo.

El pan nuestro de cada día, tú si lo das

Pero ellos lo arrebatan.

Se burlan de tus ángeles que sobreviven

Y hasta el recién nacido

Ya tiene su corona de espinas.

Pero señor:

¡Tú eres la resurrección!

 

 

Poemas sin título

 

                    *

Una palabra cubre la ciudad

Una palabra asciende entre las nubes

Una sola palabra opaca el sol

 

                    **

A Juan Bañuelos.

Maestro.

In memoriam

La palabra que gira como el cosmos

La palabra que es parte de una constelación.

La palabra que es una con el sol.


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