“Hilachas y Jirones”, vivencias de un poeta.

 

Hilachas y Jirones es el título del primer poemario de Hugo Lenín Varela, poeta que perteneció al Talller de Creación Literaria impartido por el catedrático universitario y poeta Óscar Espinal Durón entre los años 2014 a 2017. Hugo Lenín Varela, además de formarse como poeta, cursó sus estudios universitarios de literatura en la carrera de Letras de la UNAH. Actualmente, ejerce como profesor de educación media.

Hilachas y Jirones está integrado por un prólogo de Óscar Espinal y la obra que consta de cincuenta y un poemas, de variadas temáticas, en los que se aprecia el dominio del lenguaje poético.

Como bien lo dice Óscar Espinal, Hilachas y Jirones representa las experiencias o acontecimientos que constituyen el hecho de vivir plenamente: “Este poemario, el cual lleva el título ‘Hilachas y Jirones’, tiene como temática esencial, el desprendimiento y el desgarre, cuya representación se materializa en el solo hecho de vivir. Porque se llama ‘hilacha’ a un pequeño trozo de hilo que se desprende de una tela. Y, en forma alegórica, se llama ‘hilacha’ a cuando una persona muestra su verdadero pensamiento… Y ‘jirón’, es también una parte o porción de un todo.” De esta manera, el poemario está constituido de esas hilachas y jirones, vivencias plasmadas en cada poema.

Como tal, el poemario contiene una variedad de temas que engloban la experiencia vital del poeta, quien en primera instancia evoca al amor; luego, se entrega a la reflexión existencial, cuestionando el sentido de la vida y rechazando cuanto es engañoso o atenta contra la existencia como forma de alienación. Finalmente, su mirada se fija en la muerte, la descomposición y el final de la vida; pero donde la muerte es parte del ciclo biológico de todo ser vivo, en que la misma putrefacción sirve a la vida: “la desnudez de fatídicos huesos /donde la fiesta frenética del gusano /es la cópula final de la carne… y la vida.”

Con el fin de brindar una breve muestra de esta obra, para el gusto general por el amor en la literatura, basta citar algunos poemas en que se desglosa este tema.

En Abrazo último puede constatarse el impulso vertiginoso que confiere el amor: “Abrázame… /y has dormir a mis tímidas brazas /con tu tibieza de agua…” 

Consecuentemente, en Todo, el amor llega a ser el eje de la existencia: “Es como decir… /que sus movimientos inventan preámbulos /que guardan el fruto y lo maduran, /y es por eso que sus faldas son traviesas criaturas. /Y es por eso que Gabriela, es cómo decirlo… todo.”

En el poema Detente donde quiero… Aún más tenerte, se expresa el arrebato de la pasión amorosa: “Márcame la fragancia desnuda de tu celo, /aún más de esas formas arcanas yo quiero, /aún más de esas ganas tacañas a mi tacto." Mas, es un amor erótico que aspira a ser algo más: “Márcame tu silueta al final del holocausto, /tenerte será mi cruz y un feliz arrebato. /Tenerte a la vera será decirle /a la fugacidad en qué consistes: /detente en donde quiero… aún más tenerte.”

Por su parte, en Corazón risueño, el amor se convierte en un bálsamo, la pureza del amor que alivia la pena: “Ella… /amanece con su mirada /aún sujeta por el sueño, /parece tan niña, corazón risueño. //Despierta... y brinda su abrazo a mi sombra inflamada, /para que vuelva a la cama con mi llanto de arena, /me dice que no llore pues me lleva una pena.” Para concluir este breve comentario, cabe destacar uno de los poemas en los que se describe con más gracia al amor y a la mujer amada, titulado Eres, el cual se reproduce por completo a continuación:

 

Eres

Eres la fuerza desnuda del beso,

el palpitante secreto que aparea,

el fragante verso de mi deseo.

Frescura, perpetua, silente, graciosa.

 

Basto cautiverio del clímax,

vientre de los excesos, suprema ninfa,

entre ríos con lujuria.

Frescura, perpetua, silente, graciosa.

 

Cadencia de rosa que suspira,

seno radiante de los dones,

lácteo pezón de Afrodita,

que hoy brinda su embeleso,

a mi sangre apasionada.

Frescura, perpetua, silente, graciosa.